La magia de las playas vírgenes de Doñana

Eventos, Lugares 30 Ago 2016
La magia de las playas vírgenes de Doñana

La extensa costa onubense es una de las mayores riquezas que posee la provincia, que cuenta con una gran variedad de playas, que se ajustan a todo tipo de perfiles de viajeros que quieran hacer Turismo en Huelva.

Cuando se piensa en Matalascañas, lo primero que viene a la cabeza es más la zona más cercana a la parte urbanizada, la cual aglomera en verano a un número muy alto de veraneantes. Sin embargo, la costa de Matalascañas consta de casi 40 kilómetros de longitud, dentro de esta extensión se encuentra el Parque Nacional de Doñana. Una de las joyas de la naturaleza más importantes del país, con una flora y fauna autóctona de gran valor.

playa loro

En Doñana, precisamente, se encuentran las únicas playas vírgenes del litoral español. Además, el Parque Nacional cuenta con uno de los pocos sistemas de dunas móviles de la Península. Argumentos no faltan para visitar esta zona de la costa onubense y hacer un turismo en Huelva diferente, más cercano a la naturaleza.

Pero ¿cuáles son concretamente las playas vírgenes de Huelva? Aunque son muchos los rincones que ofrece esta zona, la playa de la Torre del Loro es uno de los enclaves más mágicos que podemos encontrar en toda la provincia. La arena fina y dorada contrasta con el intenso color del Atlántico, mientras que los restos de una torre vigía ofrece el toque más especial del lugar. El acceso a la playa se puede hacer perfectamente andando, en bicicleta o en caballo. De hecho, fácilmente pueden verse jinetes paseando por el ancho de la playa.

cuesta-maneli

Otra playa virgen que merece, mínimo, ver una vez en la vida es Cuesta Maneli. Cinco kilómetros de playa salvaje, rodeada de naturaleza y aguas tranquilas que incitan al baño. Cuesta Maneli es una de las playas con menos aglomeración de la costa onubense, para acceder a ella hay que caminar un kilómetro por una pasarela.

Un paseo por el que el visitante atravesará una zona de pinar con brezos y olivillas, cuando avanza a través de las dunas se encuentran otras especies que se han adaptado al territorio. Durante el paseo, los carteles de información cuentan al viandante de la fauna que lo acompaña en su andadura: víboras hocicudas, tortugas moras, águilas culebreras, halcones peregrinos, urracas, zorros y un largo etcétera. El camino bien merece la pena, y el premio al llegar es disfrutar de la propia playa.

Si la idea es echar unos días por la zona, los mejores complejos hoteleros cercanos se encuentran en Matalascañas, a pocos kilómetros de estos mágicos enclaves indispensables para hacer turismo en Huelva.

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