Los orígenes de Matalascañas como destino de vacaciones

Los orígenes de Matalascañas como destino de vacaciones

Matalascañas es actualmente uno de los destinos turísticos más demandados del turismo en Huelva. Su cercanía al Parque Nacional de Doñana y a la provincia de Sevilla ha hecho de este núcleo urbano de Almonte, un enclave más que goloso para los turistas nacionales.

Pero no siempre ha sido así, de hecho, hace apenas 50 años Matalascañas tal y como la conocemos no existía.

Antes de que el núcleo urbano de Matalascañas empezara a coger el aspecto que tiene ahora, la costa onubense contaba con un paisaje mucho más salvaje y campestre. Y aunque parezca que hablamos de siglos pasados, lo cierto es que sólo tenemos que remontarnos 50 años atrás para encontrarnos ‘campo’ donde en la actualidad existe uno de los destinos vacacionales más importantes de la Costa de la Luz. Una Matalascañas desconocida para muchos, plagada de ranchos de enea, construcciones efímeras levantadas en las playas de Doñana para pasar el verano por aquellos afortunados vecinos que podían veranear.

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Ya en aquella época, los visitantes estivales eran en su gran mayoría vecinos de la provincia sevillana y de localidades colindantes con los que la población almonteña siempre ha mantenido una convivencia especial. Poco a poco, esta confluencia de diferentes gentilicios comenzó a poner los pilares de la Matalascañas que hoy conocemos. Las familias Cozar, Familia Antoine Torre, Familia Frasquita y Antonia Cabrera, Familia Antonio Luque y Familia José Valladolid tienen el gran privilegio de ser los pioneros de Torre La Higuera.

Es por ello que la fundación Columba Pacis, junto al Ayuntamiento de Almonte, han llevado a cabo una serie de homenajes a las primeras familias que se asentaron en Matalascañas. Cinco décadas han pasado desde que estas familias decidieron adoptar como hogar a Matalascañas y su hermoso entorno natural. 50 años después, este pequeño paraíso se ha convertido en un referente del turismo en Huelva. Tal y como quiso señalar la alcaldesa almonteña, “estas familias fueron valientes y ejemplares de las que debemos aprender para construir el futuro”.

Décadas después, Matalascañas cuenta con complejos hoteleros de gran calidad, campo de golf y gran cantidad de actividades y rutas de ocio para conocer la fauna y flora del entorno y promover el turismo en Huelva. Su paseo marítimo, al fin, cuenta con un proyecto de renovación que promete revolucionar las calidades de este núcleo urbano que lucha y conviva día a día con el mar.

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